Yo sé que estamos hechos el uno para el otro. ¿Quién más, si no, puede ver a tus ojos y tocar su esencia con los dedos? ¿Quién, además de mí, puede verte la cara, y viajar a otro mundo?
Por ahí hoy no. Quizás ni siquiera mañana, pero algún día vas a ver en mí lo que yo veo en vos. Y me vas a querer, porque ese es nuestro destino.
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