Gente

20110327

Nunca terminé de ver Star Wars.

Hace poco pude desbloquear mi mente, un poco, y volví a escribir.
Ojalá te guste.


La fábula del pequeño y el sabio

    Y voló, voló lejos. Voló alto como nunca lo había hecho. Pasó nubes, encontró pájaros, vió aviones. Dejó de ser rojo para ser todos los colores juntos.
    Entonces despertó. El globo abrió sus ojos, cansados de la rutina, llorosos por aquello que había soñado y que nunca podría alcanzar.
    Los días en el parque le resultaban tétricos. El carrito que lo mantenía preso, gris y triste. Ya no oía los llantos o las risas de los niños, ni sentía el aire en su piel plástica. Pero miraba a los ojos del sol, y añoraba conocerlo. Miraba la sonrisa de las nubes, y juraba que se burlaban de él por lo insignificante que sabía que era.
    Pero entonces ocurrió algo inesperado. El viento lo saludó. Le susurró al oído palabras sabias que el pequeño globo no comprendió en ese momento.
    Se sintió menos solo. Su amigo el viento lo acompañaba. Jugaban todas las tardes, él soplaba, y el globo bailaba.
    Los días transcurrieron, desde ese instante, menos monótonos y rutinarios, pero seguía soñando con ser libre.
    Un día, bailando con el viento, oyó la risa de las nubes. Y se puso a llorar, pues no había nadie más desdichado que él en ese parque. El viento, al ver triste a su amigo, sopló fuerte, ya que conocía sus sueños, y logró desatar su hilo del poste, haciéndolo volar y volar. Conoció las nubes, habló con el sol, y antes de desaparecer en el firmamento, recordó y agradeció las palabras de su sabio amigo: "para lograr algo, primero hay que soñarlo".

2 comentarios:

  1. aaaaaai, mas tiernoo!
    Te quiero mucho chilenitaa ♥

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  2. No me digas asíiiiii jajajaj. Que lindo que te guste, yo lo terminé de escribir muy felíz.

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